El Señorío de Bertiz

Hace dos veranos, tuve la suerte de conocer junto a mi familia el País Vasco y la zona oeste de Navarra, dos lugares repletos de cultura y magia; que sin duda me envolvieron mediante todos sus bosques de un verde tan intenso y sus pueblecitos que parecen hechos únicamente de piedra; que perduran igual que cuando fueron construidos, como el primer día.
Visitamos una enorme cantidad de sitios: nos dejamos encandilar por las famosas cuevas de Zugarramurdi y nadamos en las extensas playas de San Sebastián. Pero sin duda, el lugar que remarcaría por todo su encanto es el Señorío de Bertiz, en el que una vez te adentras, pierdes el sentido del tiempo y empiezas a ver las cosas como si estuvieras en pleno siglo XVIII, ya que todo se conserva como estaba entonces.
En pocas palabras, esta reserva natural me permitió hacer unas fotografías que a día de hoy me transportan de nuevo a aquel lugar repleto de misterio; y es por eso que estaba ansiosa de compartir con vosotros el resultado.

Este lago no pertenece a Bertíz a pesar de que se encuentra a escasos kilómetros.

En el porche seguían un banco y una mesa de estilo victoriano.

El invernadero del señorío.